domingo, 26 de octubre de 2008

Obama Vs. McCain: El duelo final

Quedan menos de 10 días para las elecciones en EEUU y no podía dejar de hablar de ello. Aunque todos sabemos quién va a ganar, los expertos dicen que no nos confiemos, que en 2004 en Europa también se pensaba que ganaría Kerry y Bush se convirtió en el presidente más votado de la historia. Pero esta vez parece claro que un pariente lejano de Stevie Wonder va a llegar a ser el mandamás del mundo. El día 4 de noviembre pintores de todo el mundo acudirán a Washington para pintar rápidamente la fachada de la futura casa de Obama y convertirla en la Casa Negra.

Como buen negro demócrata americano y pollón que soy ya tengo preparada mi papeleta para votar a ese ser con pelo de estropajo. Me he tenido que quitar las tetas y los restos de semen de mi época Hillary. No sé qué tenía esa mujer que yo la veía de nuevo en la Casa Blanca, que hubiera sido aún más blanca si hubiera entrado una mujer en ella. Ella más que nadie podía sacar al mundo del mal rollo. Sabe perdonar una infidelidad y seguro que le hubiera perdonado a Bin Laden alguna travesura pasada.



El otro candidato es John McCain, un cojo que ya ha reservado avión para regresar a Vietnam el 5 de noviembre y recordar “buenos tiempos” en su jubilación. Para todos McCain es el de las patatas, así que a partir de ahora le llamaré así para adaptarme al argot popular. Uno de los grandes momentos de la campaña de este joven fue cuando una de sus seguidoras republicanas le dijo en un mitín al de las patatas: “¡Obama no puede ser presidente porque es musulmán!”, a lo que el amigo de las hamburguesas le respondió: “no, no es así”, haciéndose el cabreado por lo que había dicho su fan namber guan. Que digo yo que si quieres ser presidente lo menos que puedes hacer es decir “¿y qué si es así?” en lugar de simplemente negarlo.


Pero he de reconocer que hay algo que me enamora de la candidatura del señor patata. En el otro gran duelo que hay de vicepresidentes, Sarah Palin se lleva la palma. La amo, solo ella podía ser tan mediática, tan simpática, tan zorra sin perder la sonrisa. Si ganara el amigo de la freidora tendríamos una vicepresidenta guapa (no como Joe Biden), con una hija preñada, sentencias en contra que dirían lo “buena gobernante” que es... Es decir, noticias todos los días sobre temas no relacionados con política. Ojalá Obama la hubiera elegido a ella de vicepresidenta. Seguro que se iba de compras con nuestra Sonso.

Otra cosa que tenemos que tener en cuenta es a los partidos a los que pertenecen. Democratas Vs. Republicanos. Es dificil elegir entre dos términos tan de izquierdas en otro momento en nuestro país. Como el término es tan diferente a lo que quiere decir en España, nos quedamos con los demócratas, que son la izquierda y no dicen nada de que no quieran a mi Juancar (soy el bicho raro del país, sí). Lo que menos me gusta son los logotipos. Un burro representa a los demócratas y un elefante a los republicanos. ¿Pero esto qué es? ¿Con ese par de animales que la naturaleza no echará de menos cuando se extingan queréis ganar? Con esa filosofía os aconsejo unos nuevos logotipos: los demócratas una mosca y los republicanos la mierda a la que va la mosca. Con lo bonito que quedaría un buitre carroñero, un león simbolizando que son los reyes del mundo… o incluso mi Cuqui, que es muy feroz y todo el mundo la quiere.

El problema que tiene el señor de las patatas con los animales es grandes. No sé si habréis estado atentos a la aparición de un blog en internet llamado La naturaleza prefiere a Obama. Demuestran de mil formas cómo los animales, plantas y el medio ambiente en general prefieren ver a Obama sentado en el despacho oval. La razón es obvia: el primo de Oprah se crió entre ellos. Os aconsejo que entréis al blog y os divirtaís viendo como la naturaleza sigue la guerra de las ensaladas contra la grasa de las patatas del señor McCain. Aquí os dejo uno de los videos que más me gustan: el caracol (antónimo velocista de la raza de Obama) prefiere al candidato demócrata.

Tampoco podemos dejar de hablar de un tema muy importante: la primera dama. En este caso la decisión para decantarse por una de las dos es fácil. ¿Elegiríais a la rubia ricachona que confesó haber robado medicamentos de su propia ONG? ¿O a la negra reprimida que recuerda a Harriet Winslow en aquella gran serie en las que los actores se dejaban el cuello con bruscos movimientos corporales? Pensadlo bien, podrían hacer un remake de dos grandes series: Señora presidenta y El príncipe de Bel-Air. El sobrino de Michelle Obama llegaría a Washington y comenzaría a vivir en la Casa Negra con su tía y su marido Barack. Tom Jones actuaría a diario junto a Shaila Durcal y no echaríamos de menos ni a Sarah Palin ni a Hillary Clinton. Qué bonito es soñar… Un apunte: no podemos despreciar a ninguna de las dos aspirantes a primera dama. Juntando el nombre de una y el apellido de otra obtenemos el nombre de una de las grandes artistas y primer gran jurado de un reality en España. Michelle Obama y Cindy McCain dan como resultado a la GRAN... ¡¡Michelle McCain!! Los que no la recordéis os adelanto que la próxima entrada de este blog irá sobre Popstars y explicaré bien quién era y en quién se ha convertido Michelle.

Para el final he dejado la parte menos importante: Barack Obama. Es tan aburrido saber a estas alturas que va a ganar las elecciones. Fueron más emocionantes las primarias con mi Hillary. Aún así, he de reconocer que me cae bien. Desde pequeño le reconocía en los negativos de las fotos en que yo salía. Un hombre tan presente en mi familia debe gobernar Estados Unidos. Obama se está convirtiendo antes de ser elegido en uno de los presidentes más importantes de la historia del país que vio nacer a Madonna. Por lo que se ve, es tan importante que sea negro como que disparen a un presidente o que acuda a una guerra mundial. ¿Qué va a ser lo próximo? ¿Un presidente marica? Qué vergüenza por Dios…

Y después de la entrada más machista y racista de mi blog me despido, deseando a todos aquellos hombres blancos que se han sentido ofendidos por esto que me perdonen por no apoyar al de las patatas. La suerte está echada. Coged vuestra papeleta que seguro que la hacen tanto caso como hizo Jeb Bush a las de los negros en Florida en el 2000.